El barro cocido, del que se hacen las baldosas de terracota, procede de la arcilla, que se cuece y se trabaja a temperaturas bajas. Generalmente no se esmalta, porque perdería su color rojizo característico, pero existen también variedades esmaltadas: es lo que conocemos como loza.
El material que procede de recuperación o derribos es, de segunda mano, usado; teja moruna, baldosas y ladrillos de barro, puertas, ventanas, puertas balconeras, rejas, barrotes de fundición, balcones de hierro, ladrillo refractario, vigas de mobila, vigas de hierro, traviesas de tren, cabirones de mobila y/o pino, azulejos, muebles, artículos de decoración y jardín, y un largo etcétera… Sin duda es el más antiguo pero se encuentra en perfecto estado de uso y conservación.